Del 12 de abril al 5 de mayo de 2007 en Galería Dionis Bennassar
El Dimensionalismo lumínico de Dionis Bennassar y la dinámica del uno en el
cosmos
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El Dimensionalismo lumínico de Francisca Blázquez se basa
en la dinámica de las formas geométricas, en las estructuras poliformales de
espacios múltiples que no tienen límite, porque las dimensiones no son las que
son si no lo que representan en sí mismas. Las dimensiones están cambiando
constantemente en una dinámica de reflexión y refracción. No hay nada delimitado
porque cambia todo, incluso lo más evidente. |
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La obra pictórica reciente de la artista castellana radicada en Madrid, autora
de más de 70 exposiciones individuales y más de 300 muestras colectivas, con una
producción superior de 8.000 obras de diferentes disciplinas, indaga en las
posibilidades interiores de la iluminación, de la esencialidad energética, de la
verdadera realidad que es la que interviene realmente en la propia realización
del individuo o microcosmos.
El macro y el microcosmos están unidos en su propia armonía, en la
estructuración de energías y partículas, materias y formas, estructuras y
líneas, ambas dentro de una sinfonía de esencias luminosas de distintos colores,
que son diferentes en relación a la propia diversidad de lo que existe, en el
aspecto de ir hacia la propia trascendencia a partir de superar lo limitado para
ser uno en sí mismos.
Establece un código de belleza, de armoniosas formas, colores, líneas y gamas
cromáticas, que se estructuran en base a procesos de iluminación, de
esencialidad efervescente, de elaboración sutil, de superar los inconvenientes
de los límites, de los acotamientos, porque no existen como tales.
Los límites son mentales, en un universo mental, en una dinámica de ideas, que
son energéticas, que transforman la materia y el espacio. De ahí que su
estructura formal, sus naves espaciales, sus personajes enigmáticos, la
iluminación cósmica, la iluminación traspersonal, la esencialidad de la luz, sus
connotaciones de la física cuántica, las realidades paralelas, los universos que
se interconectan, producen un universo de posibilidades en el que todo posee una
esencialidad evidente que es la que no se ve.
No hay nada externo ni interno, no existe lo interno o externo, sino que lo que
realmente importa es la evidencia del amor.
Francisca constata la fuerza del amor, la presencia angélica, la existencia de
diferentes seres especiales espirituales que se coordinan en base a la esencia
que todo lo mueve. Lo real es el amor, la facultad de cambiar el universo o el
cosmos que va más allá de las límites materiales habituales.
No hay nada esencial en sí mismo sino parte de la dinámica del amor, de ahí que
el Dimensionalismo de la creadora madrileña se funde en esta sustancia alquímica
que va más allá de los límites.
La producción pictórica de Francisca Blázquez de hoy, que podemos contemplar en
la Dionis Bennassar, oscila desde planteamientos futuristas vanguardistas, pero
que van más allá de lo estético, dado que la artista es susceptible de funcionar
como una auténtica esencia que cataliza el cosmos; hasta obras muy
espectaculares, organizadas por estructuras directas, elegantes, bellas, que son
el resultado de sensaciones y sentimientos, sueños, premoniciones y viajes
astrales.
La creación dimensional de Francisca Blázquez es la panacea de la iluminación
para ser consecuencia con el uno, porque la iluminación es esencial y universal.

"DIMENSIÓN" (Francisca
Blázquez)
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte