Francisca Blázquez y el reino mecánico-natural 
              

Habitamos una realidad de asociaciones y correspondencias mecánico-naturales. Peculiaridades de índice en las cuales la libertad es la imaginación. Frecuencias de epítetos nodales cuyo lenguaje vive de cara a cielos relativos y a batallas sin fin.

El asterisco que nos precede es el análisis y el magma que nos cuestiona es la celebración interior de volcanes metafóricos. Ornamentos azules y emblemas rojos en códices de cibernia. Carácter inmutable de abstracción simbólica sea preciso reducir a soles diurnos y alegorías blancas y amarillas.

Atributos entrelazados en condiciones fuente. ¡Mano izquierda del cambio en los pulmones del colibrí!

Procedimiento de aves preciosas. Épica singular de bardos cuya física es el quanta verbal en magnitudes de conjunto. Cuando ella pinta sus estrofas de auditorio todos coinciden en sustancias de juego al encuentro de bosques de inventario. ¡Mundos de frecuencia opera Francisca en rodelas semejantes y significados de atención!

Símbolos mutables. Volúmenes de paradigma. La artista española Francisca Blázquez recurre a la memorización de cantos cromáticos que nos permitan arribar a una nueva edad poética. Y, sin embargo, a la orilla de su saga íntima y perturbadora nos representa con la inocencia de un reino mecánico-natural donde la Providencia es una anécdota de supervivencia y una circunstancia peculiar cuya función ceremonial nos ayuda a comprender, visiones y esclarecimientos, mundos disponibles más allá de la tradición: Poéticas admirables e indagaciones aleatorias en nuestra nueva certeza de habitar un mundo imposible y a la vez cordial.

Carta Cuatro a los Amorosos Francisca Blázquez y Joan Lluís Montané
Alberto Cerritos

Vic Solarium, Barrio 18, Xochimilco
Ciudad de México

Noviembre 25 y diciembre 5 del 2004