FRANCISCA
BLAZQUEZ
Pocas
veces, muy pocas, llegamos a sentir que nos encontramos ante un ser
excepcional. Francisca lo es.
Su obra,
en cuanto a su técnica pictórica, es de una enorme
calidad plástica, consigue un cromatismo intenso y
espectacular. Su maestría con el color es deslumbrante, sabe
utilizar los acrílicos con una soltura y una precisión
paradigmáticas. Las transparencias que logra son mágicas,
técnicamente impecables, perfectas como muy pocas veces he
conseguido apreciar en el mundo del arte. Las vibraciones que
desprenden sus colores, con frecuencia contrastados con la hondura de
lo oscuro, mueven a la emoción de quien contempla su obra.
El
equilibrio compositivo de sus formas geométricas y armónicas
se sucede sobre todos sus lienzos, con una estética formal de
pura arquitectura cósmica.
Cada
cuadro, después de haber sido apreciado en su contenido
técnico, nos induce a una reflexión que va más
allá de lo meramente intelectual, puesto que nos conduce hacia
otras dimensiones, poco exploradas en este mundo material que nos
rodea, nos adentra en territorios de una profunda espiritualidad.
Recorrer, con detenimiento, una exposición de Francisca es
realizar un verdadero viaje iniciático. De sus cuadros se
desprenden ecos fuertemente herméticos. Allí están
contenidas filosofías directamente entroncadas con la Cábala,
el Talmud, y la Biblia, pero expresadas desde una óptica
distinta. Podría decirse que desde su particular imaginación,
pero es algo más que eso, es sabiduría.
Su
creatividad es tan intensa que canaliza, como una médium, la
energía del Universo adentrándose en dimensiones
inexploradas, con una decisión y una valentía
asombrosas.
El camino
que ha elegido seguir Francisca con su Dimensionalismo es arduamente
difícil. Reflejar el mundo angélico, el juego cósmico
de las refracciones lumínicas, la fuerza de los siete rayos de
poder cromático, todo un canto al esoterismo y a la ciencia
hermética, en un mundo tan terriblemente enraizado en valores
meramente materiales, como es éste en el que nos ha tocado
vivir, resulta un acto heroico. Y admirable.
Sus
conocimientos sobre física cuántica y matemáticas
también resultan evidentes. Ella es una mezcla de alquimista,
hada y científica. Aunque también podríamos
decir que se trata de un ángel que ha tomado forma humana
para transmitirnos el mensaje de que hay otros mundos, otras
dimensiones espirituales, que nos pueden salvar de esta asfixia
material, de este vertiginoso deslizarse por la pendiente de la
decadencia, de la carencia de auténticos valores éticos
y estéticos. Valores que siempre deberían primar, sobre
cualquier otro tipo de interés, en el ser humano.
Su
sensibilidad y su versatilidad como artista multidisciplinar, ya que
también es escultora, orfebre, grabadora, fotógrafa y
poeta, nos hacen ver que su fuerza creativa es excepcional, que nos
encontramos ante una mujer que es puro arte, que es un auténtico
ser de luz.
María Sangüesa García
Escritora y poeta
|