Korominas, la búsqueda de la idiosincrasia
La búsqueda de la idiosincrasia en la dinámica compositiva, en la propia formulación de la materia, es una constante en la abstracción de paisaje del pintor y escultor catalán.
A través de alegorías abstractas, de identidades no concretas, formuladas mediante el color y la forma, las líneas y los conjuntos espaciales, diseña una serie ideada para concretar y resaltar señas de identidad de tierras cercanas o lejanas y orígenes diferentes.
Cada paisaje es un origen, supone una dialéctica de conceptos distinta, porque cada estructura es una suma de características.
Viajes, exploraciones yendo hacia el más allá, buscando, permitiendo superar encontronazos de márgenes y límites, sutilidades formales, estructuras no concretadas, siempre buscando el origen real, para transmutarlo, devolverle la fantasía, dotarle de consistencia y coherencia.
No hay mayor voluntad que la que se configura a partir de la diversidad de investigaciones.
Experimenta para hallar, encuentra en la diversidad la idiosincrasia perdida, la sutilidad ensimismada en uno mismo, en el marasmo de la pléyade, buscando la originalidad en la propia esencia de cada destino.
Cataloga paisajes en unidad en diversidad, en diversificación de emblemas, que son ascendencias e influencias, contenidas en la manera de posicionar, formas, líneas, zonas y colores, definiendo la abstracción de paisaje en plena libertad.
El creador catalán, radicado en Barcelona, además de pintor, posee una extensa producción en escultura y es, asimismo, actor de cine, habiendo intervenido, entre otras, en una serie para televisión dedicada a Picasso.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte