Exposición del 16 de
mayo al 3 de junio en el Palacio de la diputación de Cuenca
Luis Guerrero, la alegoría
biológica y la singularidad sensual de la forma
El escultor conquense indaga en la forma, buscando la sensualidad de las
texturas de la madera, potenciando la curva, la sutil insinuación de la forma
curvilínea, del gesto, incluso de una cierta delicuescencia del material.
Todo fluye, no hay nada hierático, porque su manera de trabajar la madera se
orienta hacia la potenciación de la esencialidad de la misma, es decir que es
respetuoso con sus características, dado que la trata según sea su procedencia.
Nada permanece estático, todo está en movimiento, es sutilidad, cambio, holgura
evidente en el material, producto de una decidida voluntad de dominar la madera,
pero, luego, existe, la capacidad de la idea para imponerse. Es decir que va más
a allá de los límites, se distancia de la limitación ordinaria, de la concreción
esencial, para instalarse en el dominio de la madera, permitiéndose la
particularidad de dejar que el material hable por sí solo. En todo caso,
incrementa la espontaneidad del mismo, buscando temáticas y formas que estén
unidas a sus características. Es decir que su alegoría biológica tiene mucho que
ver con las particularidades intrínsecas del propio material que emplea.
Su obra es directa, en el sentido de comunicar la insinuación alusiva sin
demasiados prolegómenos; orgánica, porque se asienta en formas claramente
biológicas, dentro de temáticas próximas a la maternidad, sexo, fuerza y
determinación, persistencia vitalista, mostrando seres emblemáticos, que luchan
y que son en sí mismos auténticos hitos que no se pueden desprender.
Mide los pasos de los instrumentos adecuados para trabajar la madera,
respetándola, permitiéndose una aproximación evidente, en el aspecto de incidir
en las curvas, buscando la sensualidad del material, pero, también,
confiriéndole la destreza de exhibir sin problemas la alegoría biológica,
sustentada en la determinación de lo efímero y cuanto más efímero más sensual
es.
Lo sensual es la antesala de la reafirmación biológica, de seres ensimismados,
contenidos en su perennidad del momento, que lo hace único, en el sentido de ser
estandarte de una actitud que va más allá de la anécdota que los domina.
No hay circunstancialidad, sino la reafirmación de una actitud que es material,
en el sentido de necesitar estar unida a la tierra, conectada al equilibrio, a
la efervescencia de la propia idiosincrasia de la alegoría que las convierte en
irrepetibles. De ahí que potencie la emblematicidad, para ser sutil en lo real,
desarrollando una conjunción de facetas que son producto de la
circunstancialidad, pero que, son, por otra parte, trascendentes. Por
consiguiente su creación escultórica es orgánica, por las formas y estructuras,
por las ideas y temáticas; pero, también, dentro de lo orgánico, destaca su
característica alegórica, irreal, como producto de un constante simbolismo, que
se fundamenta en el mundo onírico, el real, el presente, pasado y futuro y la
extraña sensación de vivir en un contexto propio plagado de cotidianeidad, pero,
a la vez, absolutamente libre.
Juega con el volumen y el vacío, especialmente con el primero, aunque no
renuncia a los huecos, a los espacios sin materia, a la dinámica de líneas, que
se deslizan libres, sin ataduras, totalmente al margen de actitudes
prefabricadas. Es un creador que tiene mucho de artesano, de sobriedad y de
respeto por la madera como material fundamental. Pero, por otra parte, es un
dominador del material, un prestidigitador que consigue ser para confeccionar
una apuesta en la que lo más importante es la voluntad determinante.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte