Mariano Cano, la poesía, narración
de la joya, metales contrastados, volumen
Es un narrador que basa su obra de
joyería en la poesía, porque capta estadios de la mente, estamentos del alma,
vehiculándolos a través de la elipsis y la metáfora.
Para el creador residente en Madrid no hay nada que discutir, todo es producto
del cambio y la transformación. Y como tal todo está en permanente movimiento, y
por consiguiente, no hay hieratismo, no existe la muerte, sino que ésta es un
paso más en la evolución hacia la totalidad.
Un cambio que se asienta en la valoración de la obra a través del trabajo y la
constancia, porque, con la frecuencia de la determinación, es cuando se consigue
que la energía se transforme y transforme las cosas.
Su creación se encuentra siempre en línea con un discurso de transformación
constante. Su obra es volumétrica, busca la tridimensión a lo grande, cuanto más
mejor, porque todo es parte de un gran sueño.
La creación de Mariano Cano se debe, en primer lugar, a la facilidad con que
capta la esencia de las cosas; luego, quiere asentar estas ideas y sentimientos
y la mejor forma de hacerlo es con el volumen.
Pero, a la vez, su creación, es producto de lo meticuloso, de la elaboración de
la composición con paciencia, buscando los materiales adecuados, estructurando
elementos, implementando gemas. Estas son el color, que suele combinar en sus
piezas con la plata.
Mayoritariamente emplea la plata, trabajando sus texturas, buscando un efecto de
fulgor, de brillo. Es su clara apuesta por la dinámica de la formulación de la
esencia entendiéndola como parte de un todo que mantiene incólumes sus partes y
elementos.
Un todo que engloba el conjunto, que abarca la fuerza de la evidencia, que
enlaza con el poder de la materia.
No todo es luz, también materia, que es transformada por la energía. Es la
energía del alma. Y ello es así porque la materia es espíritu y masa, densidad y
sutilidad, vibrando en diferentes dimensiones a la vez, según sea la clase de
materia de la que se trate.

Una materia que indaga en lo
evidente, que se sumerge en el discurso de la sutilidad de la transformación,
contenida en la determinación de la poesis.
La poética de la vida es la poética del momento y esta es la que capta Mariano
por que el instante es el infinito.
Saber captar el instante es saber determinar el alcance de su evidenciación.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA)