“Eppur
si muove”… (Y
sin embargo se mueve…)
Viajante
e investigadora inclaudicable,
Francisca Blázquez nos deja varios interrogantes plasmados en
su mística obra pictórica.
Sus muestras
realizadas en Argentina, han sido de una profunda persuasión
hacia el interior del espectador.
Vivimos en un mundo
tan convulsionado que detenernos a mirar un poco más allá
nos parece insignificante y poco productivo.
Es
como si estuviésemos en un letargo involutivo, sin darnos
cuenta que hay un universo plagado de posibilidades de mirar, crecer
y crear.
Los
grandes físicos, científicos, astrónomos y los
maestros de la pintura han dejado muestras de infinitas opciones que
la investigación y la creación elevan nuestra capacidad
de crecimiento.
Los
mayas concebían al cosmos como un todo. Creían
que, antes que el suyo, habían existido otros mundos.
Los conocimientos
astronómicos de los egipcios permitieron fijar un calendario
de 365 días, éste, fue tomado como base para la
creación del actual.
Sin duda se ha
recorrido un largo camino en todas las áreas.
La llegada del
hombre a la luna y la tecnología se enarbolan como nuestros
grandes logros.
¿Las
Pirámides siguen allí esperando algún
reconocimiento?, y la sonrisa de la Mona Lisa sigue impaciente.
¿Será
correcto el camino recorrido...?
A la vista de los
acontecimientos no podemos negar una falla primordial que tiene
nuestra civilización y que nuestros antecesores poseían
como eje de vida “la espiritualidad”. Espiritualidad que
Francisca Blázquez, desea que no dejemos de percibir.
La
artista multidisciplinar madrileña utiliza la complejidad de
la forma como recurso genuino de su obra, obteniendo como
resultado geometrías alabeadas dentro de un espacio cósmico
imaginario, las cuales, proyectan y otorgan libertad al observador a
transitar por zonas muchas veces inexploradas en la mente humana.
A
su pictórica proclama geométrica se le suma la
luminosidad del espacio y la estructura del color que le aplica,
dando como corolario una obra con movimiento continuo, donde esa
energía cinética sumada a lo anterior, produce un
efecto sinérgico deslumbrante y no racional de lo
específicamente observado, ya que se van descubriendo efectos
o figuras complejas donde a primera vista no solían aparecer.
El
fruto de esta artista internacional, la cual posee una vasta
trayectoria, es ir más allá de los paradigmas de la
física clásica, y a su vez plasmar en sus telas
complejos conceptos, resolviéndolos con simples figuras
entrelazadas, generando así la idealización de la
palabra, recurriendo a su mínima expresión o a su
máxima “inexpresión” si nos permiten la
licencia del término.
Armonía,
color, luminosidad, geometría, movimiento, sinergia, son
algunos de los términos que se desprenden de su obra y si la
palabra dimensión significa el
número de grados de libertad para realizar un movimiento en el
espacio
y en nuestro ámbito esa dimensión está
determinada por tres dimensiones espaciales y una dimensión
temporal, el efecto de la obra de Francisca es que explora la quinta
variable y deja abierta su definición al espectador.
Racionalmente, impensable, pero la Blázquez alcanza en demasía
su objetivo.
Dicen que Galileo
Galilei, luego de la abjuración a la que fue sometido dijo
“Eppur si muove” (y
sin embargo se mueve).
Jorge Vera /
Fernando Magnalardo
Directores de
Hipólito Restó & Arte
www.hipolitorestoarte.com.ar
info@hipolitorestoarte.com.ar
Buenos Aires -
Argentina
Diciembre 2009.
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